PONENCIA: SIGNUM FIDEI: Vocación, Espíritu y Misión. (F.S.F Andalucía)

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SIGNUM FIDEI: Vocación, Espíritu y Misión.

Madrid 24 de octubre 2004.

“Todo Signum Fidei, como todo el que participa del carisma de San Juan Bautista de La Salle está llamado a ser un SIGNO de Dios para el mundo. Sabemos que el mundo de hoy da una extraordinaria atención a la imagen, de tal manera que hoy el sector de la comunicación dirige en gran parte la opinión pública. Hasta la guerra se ha convertido hoy en un espectáculo al que podemos asistir en vivo, los alimentos tienen la función simbólica de un estilo de vida, pensemos en la Coca Cola o en Mc Donald’s y en su propaganda. Hoy lo que importa no es la calidad de la ropa sino su marca
El último Capítulo General nos dice que las principales victimas de un tal sistema son precisamente los jóvenes y el Fundador ya decía que los jóvenes aprenden más por lo que ven que por lo que oyen. Un mundo así necesita signos que lo desinstalen. Como lasalianos estamos llamado a manifestar el amor de Dios viviendo los valores del Evangelio, particularmente la fraternidad, haciendo visible el rostro de Dios, no como quien demuestra una teoría, sino como quien es testigo de un encuentro que ha transformado su vida. (Hno. Álvaro Rodríguez, reflexión “El espíritu de fe: distintivo familiar”, dirigida a los Signum Fidei).

I. – INTRODUCCION:

En la década de los 70, en muchos lugares del mundo lasaliano, seglares deseosos de una vida cristiana más comprometida, manifestaron a los superiores del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas querer compartir más estrechamente con los Hermanos no sólo el trabajo educativo, sino también el propio Espíritu del Instituto.

Hoy también, muchos seglares lasaliano comprometidos, y de una sincera vida cristiana, manifiestan a los superiores del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas su deseo de Asociarse con los Hermanos para… “Juntos y por asociación” compartir la Misión lasaliana en Iglesia, en el ámbito académico y extraacadémico, de la escuela fundada por San Juan Bautista de La salle.

Desde orígenes de la Fraternidad Signum Fidei sus miembros deseaban vivir una vida cristiana más acorde con su consagración bautismal. En la actualidad, y a raíz del reconocimiento como Asociación por parte del 43º Capítulo General, ya no podemos conformamos con eso solo, sino que debemos aceptar el reto de la ASOCIACIÓN y adaptar nuestro Estilo de Vida a las exigencias de los tiempos.

II.- LA VOCACIÓN SIGNUM FIDEI:

Un “Signum Fidei”, es un hombre o mujer, que quiere vivir plenamente su consagración bautismal, que es conciente de que por su bautismo, el Espíritu Santo, le suscita la fe, la conversión del corazón y la adhesión a la voluntad del Padre. Disposiciones que preceden a la acogida de otras gracias que recibirá del Espíritu, entre ellas el Espíritu de fe y de celo que le irán conformando como lasaliano.


Por la gracia del Espíritu, soy hijo de Dios, y por lo tanto, también SACERDOTE, PROFETA Y REY con Xto. Jesús a quien sigo; esto supone una decisión firme, radical y exigente en el seguimiento de Cristo, entrega generosa a los demás y un movimiento ascendente de perfección y búsqueda de la voluntad de Dios.

Los miembros de Signum Fidei se apoyan en la persona de Jesús y en los valores del Evangelio; Se trata de una vocación, una vida, una llamada. El mismo Jesús muestra al Signum Fidei cómo ha de ser la misión. Son también, discípulos de San Juan Bautista de La Salle y, como tales, deben inspirar su vida en el Evangelio. La espiritualidad lasaliana se mueve entre la Palabra de Dios y las realidades que nos rodean. Del Fundador aprenden a estar «atentos» a la realidad, se dejan «impresionar» por la situación de los niños y jóvenes pobres y, al mismo tiempo, están abiertos al proyecto de Dios que «quiere que todos los hombres se salven». Son las coordenadas de su «Estilo de Vida», que en el lenguaje lasaliano se traducen con el doble espíritu: «Fe viva y celo ardiente».

III.- ESPÍRITU DEL SIGNUM FIDEI:

Sin renunciar a su identidad como seglar, que también es una gracia del Señor los Signum Fidei aceptan vivir este carisma de fe y celo dentro de la comunidad universal y eclesial, es decir: EN, DESDE Y PARA LA COMUNIDAD.

El Signum Fidei, no puede existir sin la comunidad, necesita de la comunidad cristiana-lasaliana, ella es la fuente en la que ha de beber el Espíritu que le es peculiar, en la que ha de formarse y a la que debe servir; conoce y tiene como propio el “estilo de vida”, que brota del manantial de agua y fuente de luz, que fue y es Juan Bautista de la Salle.

La Fraternidad Signum Fidei es una forma de vivir, una vocación a la que ha sido llamado por el Espíritu de Dios para realizar una MISIÓN, una misión concreta en la Asociación lasaliana, y a la cual responde generosa y libremente. Vocación, Espíritu y Misión son inseparables.

Para completar el Espíritu de la Fraternidad, añadimos el espíritu comunitario; es parte esencial del carisma de La Salle. Compartir la fe y la misión son elementos de su “Estilo de Vida». La comunidad será, sin duda, el lugar de encuentro privilegiado con Dios y la mejor estructura de apoyo del seguimiento de Jesús y de la acción apostólica. Desde este espíritu comunitario se hace posible la formación como algo indispensable ante la realidad que vivimos.

Abro aquí un paréntesis en mi reflexión para insistir en un aspecto importante para todo Signum Fidei y para cualquier asociado lasaliano. Se trata de una de las características que enumera el Capítulo General para los Asociados: la universalidad. Este rasgo, unido a los otros cuatro: vocación, vida de fe, experiencia comunitaria, misión asociada, lo considero prioritario, y especialmente característico, porque supone un cambio profundo de mentalidad. Los Signum Fidei se olvidan un tanto de sí mismo, se abren incondicionalmente a los demás, superan todas las dimensiones personales y locales llegando, en su dinamismo de crecimiento, a ser hombres de Iglesia, hombres vinculados al Instituto.

De San Juan Bautista de La Salle y de la Sociedad de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (sus herederos espirituales, “corazón y memoria” del carisma), el Signum Fidei, se siente copartícipe de tal herencia: el espíritu de fe, que alcanza su pleno desarrollo en un celo ardiente, y lo mueve a obrar conforme a los designios de Dios:. “No mirar nada sino con los ojos de la fe; no hacer nada sino con la mira puesta en Dios; atribuirlo todo a Dios”

El Signum Fidei se esfuerza por seguir el itinerario evangélico de Juan Bautista de La Salle. La experiencia del hombre que:

· Busca y encuentra a Dios o se deja encontrar por Dios; vive un proceso de alianza-identificación con Dios.
· Descubre y siente su vida como un itinerario en su propia historia de salvación,
· Halla la raíz de su vida de fe en el encuentro, desde su finitud, con el Dios uno y trino, en el que se abandona; se fía del Dios Providencia

Estas experiencias y dones que ha recibido los comparte con los HH y otros asociado, que existan ahora o en un futuro próximo, pero sin confundirse con los Hermanos ni suplantarlos, pero sí sintiéndose copartícipe de la Misión lasaliana, allí donde se encuentre y desde el puesto que ocupe.

IV. – LA MISIÓN DEL SIGNUM FIDEI:

La Misión es la que une, puesto que en función de ella nace la comunidad: “La asociación lasaliana existe en función de la misión. No nos asociamos por sentirnos bien juntos, ni siquiera por considerar a S.J.B.S. nuestro padre espiritual. “Os habéis comprometidos con la Asociación Signum Fidei porque deseáis, de todo corazón, participar en la misión educativa lasaliana a favor de los jóvenes y de los pobres” (Hno. Álvaro).

La MISIÓN es clara: la liberación, la salvación del hombre-mujer, aquí y ahora, para seguir instaurando el Reino de Dios, desde el seguimiento de Jesús de Nazaret, optando por el servicio a los más desfavorecidos, sus predilectos.”Ese es el campo que Dios cultiva y el edificio que Él construye, y sois vosotros los elegidos por Él para ayudarle en su tarea” (1Cr. 3, 9). Esto por medio de la educación, que al fin y al cabo se resume en procurar que el hombre-mujer, desde su más tierna edad, sea orientado hacia un encuentro personal con Xto., al descubrimiento del Reino, sin renunciar nunca la riqueza que suponen las relaciones humanas y las vivencias sociales.

Como expresión fiel y actual de su sentido cristiano, el Signum Fidei se debe comprometer preferentemente con la causa de los pobres y desvalidos, para crear en la sociedad nuevas relaciones de auténtica justicia social y valores evangélicos..

En los momentos actuales de increencia religiosa el Signum Fidei tiene que defender sus criterios con firmeza, aunque sin intransigencia; poner todo su empeño en el cumplimiento de sus responsabilidades; promover la verdad y justicia, con energía y sin violencia; edificar una sociedad abierta al futuro, con realismo, pero sin ostentación, y proceder con sencillez de vida. Sólo así podrá ser testigo y parábola del Reino.


La labor de un auténtico Signum Fidei es “dignificar a la persona humana”, o expresado en lenguaje actual, procurar el desarrollo integral de la persona. Desde la familia y el colegio, el Signum Fidei sabe que él es el sujeto primigenio de su formación, y que su misión es hacer que el “otro”, los “otros” crezcan como personas; primero los suyos, su esposa, esposo, hijos, tanto en la faceta humana como en la fe, y también los que le han sido encomendados.

El primer reto es el Saber, después el Qué y el Cómo, finalmente el “PARA QUÉ”. En antropoaxiología este “para qué”? se responde desde el PERFIL ESTIMATIVO, que implica tres momentos muy especiales en la vida del Signum Fidei: APRECIAR, ELEGIR, TESTIMONIAR.

APRECIAR, en la estimativa, es distinguir valores, es darle precio espiritual, moral, sentimental… a las personas y a las cosas. Es hacer que las personas y las cosas sean valiosas (tengan valor) porque yo las “aprecio” así.

ELEGIR, cuando aprecio algo, lo elijo, hago una opción por esa persona o esa cosa.

TESTIMONIAR, una vez en posesión de ese valor, doy testimonio de él, soy testigo de esa persona o acontecimiento.

Este perfil estimativo tuvo que ser aprendido en el hogar y reforzado en el colegio “La Salle”. Este perfil es el que le da al Signum Fidei el carácter, el sello o la impronta Lasaliana, porque fue S.J.B.S. quien vivió esta axiología en su propia vida y se la infundió a sus Hermanos, y estos a su vez a sus alumnos.

Siendo más concretos podemos traer aquí, como ejemplo, algunos compromisos con la Misión lasaliana que viven los signum Fidei:

¨ Experiencia religiosa como miembros o animadores de la comunidad cristiana lasaliana en el colegio
¨ Profesor, con responsabilidades directivas o no, impulsando la Obra Educativa Lasaliana.
¨ Coordinador/a de la Catequesis escolar o parroquial.
¨ Participación en Comisiones Regional o distrital, Consejo de la Misión y Asamblea de la MEL.
¨ Catequesis de Adultos, Proceso Catecumenal, Animador de la liturgia del colegio
¨ Pertenencia a las AMPAS, Confederación de AA.AA., etc.

V – VIDA DE ORACIÓN:

La oración es el motor que permite al Signum Fidei ponerse en movimiento desde la óptica de Dios. En la Fraternidad hablamos, a la vez, de oración personal, oración comunitaria y oración apostólica. Orar al estilo de La Salle significa lograr que el amor de Dios alcance a los otros a través de nuestro amor por ellos; 1o que el Fundador nos dice con su feliz y conocida expresión: «Tocar los corazones».

El proceso que sigue el «candidato» culmina en la Consagración, pronunciada públicamente ante la Comunidad lasaliana. A partir de este momento, el Signum Fidel se vincula responsablemente a la Comunidad de los Hermanos, al Distrito y al Instituto, iniciando su itinerario espiritual como miembro activo de la Fraternidad. El carácter público de la consagración lo compromete a ser fermento evangélico en medio de las realidades temporales: en su familia, en su medio social y, particularmente, en el mundo de la educación y de la Asociación lasaliana.
VII CONCLUSIÓN
No se puede tocar todo en estas breves páginas o en la exposición que acabo de pronunciar. Otros lo harán mucho mejor sin duda. Por ello termino.
Todo esto, el Signum Fidei lo concreta en un compromiso con el Instituto de los HH. EE. CC. mediante la CONSAGRACION, que en si no es más que la renovación de los compromisos bautismales; lo mismo que hacemos en cada Eucaristía cuando profesamos nuestra Fe, pero en el que se compromete además a “promover, sostener y defender en asociación con los HH. EE. CC. una educación integral, fundada en la persona de Jesús, a favor de los niños, jóvenes y adultos, especialmente con los más necesitados, según el espíritu de San Juan Bautista de La Salle” (Fórmula de Consagración)


Signum Fidei – Andalucía – España


PREGUNTAS PARA EL TRABAJO EN GRUPO:


1. ¿Qué rasgos deben caracterizar a una persona que desea ser Signum Fidei?
2. ¿Cómo se puede describir el “espíritu comunitario de los Signum Fidei?
3. ¿Qué experiencias tenemos de la relación de los Signum Fidei con la comunidad religiosa de Hermanos?
4. ¿Cuáles pueden ser la prioridades y la “misión concreta” de los Signum Fidei en el ámbito de la Salle?

Fraternidad Signum Fidei