Querido hermanas y hermanas del Signum Fidei,
Al finalizar este recorrido cuaresmal que nos ha ido acercando progresivamente a la celebración pascual del misterio de Jesús en este año 2005, les envío un fraternal y afectuoso saludo que espero vaya acompañado con el gozo de “la Pascua de todos los pobres” del mundo.
En una charla del Hermano Superior General dirigida a los Hermanos visitadores durante la sesión ínter capitular que tuvo lugar en Roma el pasado año, citaba este texto de un autor francés:
Si el cristianismo ha de tener un futuro
No podrá ser de otra manera que la de un futuro vagabundo,
Por el redescubrimiento de lo que algunos teólogos llaman su “esencia exodal”,
Porque en el presente mas aunque en el pasado,
El asunto central consiste
En salir de Egipto y atravesar el mar rojo
Para encontrar un pueblo extranjero
Para inventar
Para innovar
Y para ir hacia delante sin ningún equipaje.
Jean Ringlet, El evangelio de un libre pensador.
De un solo golpe, este texto nos propone lo que es el centro de la experiencia cristiana, por la que “pasamos”cada uno individualmente, es la que vivimos corporativamente en una comunidad de fe y de misión en la Iglesia, es la que hacemos también los lasallistas como discípulos de Jesús que se reconocen en la enseñanza espiritual que hemos recibido de San Juan Bautista de la Salle.
Ø La experiencia de morir, de tener que dejar atrás algo, teniendo que salir hacia delante, a veces sin signos muy claros, pero guiados por la fe.
Ø La experiencia también de atravesar por un desierto, por un territorio desconocido, que a veces se empantana y se llena de una agua mala que parece rodearnos, envolvernos y tragarnos, pero que asumimos con la esperanza.
Ø La experiencia, por último, de entrar en una tierra nueva, extraña, con gente que nos parece extraña y que no son como nosotros. Para abrazar esa nueva realidad, transformándola con el amor compasivo del Dios que nos impulsa ahora a responder a una exigencia nueva del amor.
Quien de nosotros no ha hecho esa experiencia, una vez, dos veces, mil veces en la vida corriente, en la vida personal, familiar, social, laboral, eclesial, política…
Este año probablemente puedas identificar alguna de estas experiencias y a partir de ellas celebrar con Jesús y con la comunidad del Signum Fidei. El también tuvo que salir confiadamente abandonado en su Padre, atravesando el desierto de la soledad del abandono, esperanzado de que el Padre no lo dejaría derrotado por la muerte, sino que lo hacia resurgir a una nueva vida. Nosotros también.
También de la Salle, en su itinerario, vivió mas de una vez es Paso perturbarte. Y nos enseño a reconocerlas, a contar nuestros relatos de vida en confrontación con el relato de las escrituras, como los discípulos de Emaus (Lucas 24). Y nos enseño a orar desde lo hondo del corazón, a celebrar en los signos sacramentales del pan y del vino, de manera que con corazones encendidos y apasionados, pudiéramos salir a anunciar la buena noticia.
Esta esencia exodal-pascual del itinerario de todo discípulo en iglesia, es el que nos propone nuestro “Vademecum”. Por medio de varias practicas
Compartir las experiencias de fe,
Leer las escrituras
La oración interior
La celebración de los sacramentos
Y el ministerio concreto en el proyecto apostólico que se nos ha encomendado.
En esta semana santa del 2005, especialmente en el Triduo sagrado les invito a celebrar litúrgicamente, cada uno y en comunidad de fe, este Paso que nos invita a
Ø Recordar en la memoria de lo que nos deja Jesús en su comunidad de amor
Ø Dejar atrás en la cruz y en la tumba, lo que tenemos que llorar y soltar
Ø Y abrazar las nuevas esperanzas que salen de una tumba vacía
Ø Para recomenzar a vivir con la vida del Resucitado.
En fin, el texto citado al principio de este mensaje enfoca las exigencias del Paso pascual:
Inventar, re-imaginado nuestros itinerarios personales y comunitarios
Innovar, inventando lo que tenemos que hacer para vivir mas auténticamente el evangelio
Y salir a servir, sin equipaje, sin prejuicios, con la compasión del Dios de los pobres, con la fuerza del Jesús que anuncia a través de nosotros la buena noticia a los pobres.
No se recuerden ya más de otros tiempos
Ni sueñen ya mas en las cosas del pasado
Pues yo voy a realizar una cosa nueva,
No lo notan?
Miguel Campos f.s.c