Asociados
Palabras de saludo en el IV Encuentro- I Asamblea de Asociados
(Santiago 5-7 abril’13)
Estimados Hermanos y Hermanas: Siempre es un placer venir a Santiago para encontrarse, pues de aquí, de este lugar, han salido bellos textos de reflexión, se han intercambiado muchas opiniones, hemos hecho experiencia de muchos momentos, hemos aclarado conceptos y han salido compromisos generosos para un futuro lasaliano mejor. Si a eso le añadimos el encuentro de personas, razón de más para disfrutar en estos días de estos momentos.
El lema del encuentro, “Juntos crecemos” no nos deja indiferentes.
porque no sabemos hacerlo de otra manera;
porque lo hemos aprendido en la escuela lasaliana, la de la relación con otros y la de la vida;
porque lo hemos hecho realidad en nuestros lugares de origen de una manera vital;
porque así se ha facilitado el encuentro entre todos, el compromiso personal y comunitario, el descubrimiento mejor de Juan Bautista de La Salle;
porque es el mejor medio que tenemos para crecer en sentido lasaliano auténtico.
Crecemos:
porque en esto de adquirir mayoría de edad nunca sabemos de nuestros topes;
porque hemos ido viviendo etapas anteriores que hoy nos ayudan a ver otros horizontes;
porque tenemos la experiencia de eso que tantas veces repetimos y adquiere cuerpo y vida en nosotros“… de compromiso en compromiso” y que nos motiva a crecer, ¡cómo no! ;
porque sentimos que la compañía de Hermanos, lazarillos anteriores en nuestro camino, nos ha dado lo mejor y toca, ahora, la mayoría de edad como cuerpo de asociados.
Van a ser momentos breves pero muy intensos, donde debemos reflexionar bajo el eco de abandonar mucha de la tutela recibida, no porque haya estado mal, sino porque como cuerpo de asociados seglares, “hay que dar un golpe encima de la mesa” y decir ¡ahora! es nuestro tiempo, el de todos y el de cada uno para que aspectos como “Carta de identidad” o “Coordinadora” tengan el peso, la autonomía y el respaldo que queremos darle a nuestro futuro para seguir creciendo juntos.
Somos un grupo grande que irá creciendo. Aquí estamos una buena representación y no olvidamos al resto.
Hemos ido caminando desde el impulso fuerte que nos dio el Capítulo General de 2.000 (e, incluso, antes), creciendo en nuestro camino como asociados. Por eso, este IV Encuentro que, a partir de ahora se convierte en I Asamblea (y sucesivas), debe marcar un punto de inflexión importante para crecer juntos en nuestra mayoría de
edad como grupo de asociados.
Es el momento de decirnos claramente quiénes somos, asumirlo y buscar aquello que nos compromete para hacernos crecer. Somos capaces de organizarnos, sabemos cuál es nuestro papel dentro de la misión lasaliana, qué nos pedimos unos a otros para seguir desarrollando los lazos de cercanía, trabajo conjunto, compartir nuestra común vocación lasaliana con los asociados Hermanos.
Queridos hermanos: es un momento apasionante. La AMEL distrital y el Capítulo de Distrito nos siguen potenciando en procesos formativos, en crecer en identidad, en propiciar un fuerte trabajo en pastoral vocacional (de asociados, de lasalianos, de Hermanos, de unos para con otros, no lo olvidemos), que favorezca el compartir la
misión de una manera más viva.
Hemos caminado juntos mucho tiempo Hermanos y asociados seglares, unos más que otros. Nos queda mucho por hacer, pero no vamos a volverle la cara al esfuerzo o al trabajo que tengamos que emprender o el compromiso que suscite lo que vaya sugiriendo nuestro camino.
En estos días de Pascua, Jesús Resucitado nos sorprende porque se aparece en cualquier rincón e insufla su ánimo a los suyos. Seguro que en estos días, se aparecerá varias veces y de formas muy diversas en esta Asamblea.
¡Estemos atentos y dejémosle actuar. Nos sorprenderá de nuevo!
¡Que disfrutemos del encuentro!
¡Gracias por vuestra presencia!
Palabras de despedida en el IV Encuentro- I Asamblea de Asociados
(Santiago 5-7 abril’13)
Estimados Hermanos y Hermanas: Llegamos al final de nuestra I Asamblea con a conciencia de un trabajo bien hecho, duro, pero que ha obtenido sus resultados. Es el momento, pues, de agradecer a la Coordinadora saliente todo el trabajo y el esfuerzo puesto para que no sólo esta Asamblea saliera al gusto de todos, sino por todo lo realizado a lo largo de estos años en los que ha tenido que batallar en su empeño por traducir inquietudes y deseos a papeles, encuentros, relación con personas, etc. Gracias de verdad a todos y, sobre todo, los que dejáis la Coordinadora con un buen sabor de boca por lo ejecutado.
Hoy nos sentimos identificados, cómodos, involucrados en el proceso que estamos llevando adelante entre todos y que nos deja un buen sabor de boca. Es verdad que no hemos nacido hoy y que nos sentimos herederos de una larga tradición lasaliana de asociación: primero, de los Hermanos y, luego, de Hermanos y seglares que nos marcan un impulso para seguir caminando a los que ahora nos encontramos en esta tesitura asociativa.
En estos días de Pascua, hemos recibido un regalo precioso: el don del Espíritu, que se nos da a raudales y que no engendra temor o miedo, sino dinamismo, fuerza, energía. Los discípulos no se sobresaltan al notar la presencia de Jesús en medio de ellos, como nos relata el evangelio de hoy (Jn 20, 19-31). Confían y ven a Jesús vivo; pero no para regodearse en lo bien que están ahora, dentro de casa, con las puertas bien cerradas y Jesús en medio, como defendiéndose de los peligros externos. Por eso, Jesús enseguida les envía salir fuera para sanar, curar, dar vida, ilusionar a los cansados, derrotados, pusilánimes o agotados del vivir diario. ¡Es una señal inequívoca para nosotros!
Habéis insistido en que nos quitemos, por parte de los Hermanos, los miedos a proponer. Acaso tengamos como Visitadores tener en cuenta este dinamismo de cara a actuar en el futuro y no cabe duda de que será objeto de reflexión en nuestros encuentros como Equipo de Animación Distrital. ¡Y habrá propuestas efectivas, claro que sí. Gracias!
Hoy día se nos van haciendo más comunes, al hilo de lo reflexionado, no sólo términos como comunidad, fraternidad, misión lasaliana, comunión, etc. sino lo que significan las vida que llevan dentro cada uno de ellos, como sosteniéndolos y dinamizándolos.
Es nuestro tiempo, es vuestro tiempo. Es tiempo de crecer y esperar el fruto. Es tiempo de compromiso y creatividad para afrontar lo nuevo que llega que, sin duda, será abundante y tenemos que estar satisfechos de que así sea.
No es momento de bajar la guardia, sino de echar a volar la imaginación para crear, suscitar, descubrir nuevas maneras de servir a la Misión lasaliana; de comunidades nuevas que compartan más; de dinamizar aquello que está dormido y de generar ilusión en hermanos y seglares para proseguir y continuar lo ya empezado.
Deseamos a la nueva Coordinadora muchos éxitos en su trabajo. Cuentan con todo nuestro apoyo y esperamos que nos dinamicen, nos remuevan de nuestra comodidad si es que en algún momento hemos estado tentados de caer en ella y nos vayan aportando desde su buen saber y hacer lo mejor que ellos tienen.
¡Gracias a todos por vuestra presencia y que tengáis un feliz regreso a vuestros lugares de origen!