CAPÍTULO 3
LA LLAMADA VOCACIONAL
- La Vocación Signum Fidei es un don de Dios. Nace de la llamada universal de todo bautizado a la santidad 11 y se alimenta de la espiritualidad Lasaliana.
- Todo Signum Fidei asume los tres momentos evangélicos fundamentales a todo proceso de formación y de experiencia vocacional cristiana:
- La Llamada: Jesús llama a seguirle.
- La Formación: Durante años los apóstoles conviven con el Maestro en una comunidad itinerante.
- El Envío: El objetivo de toda vocación es la Misión.
Ser discípulo de Jesús significa ser enviado para aportar la propia contribución en la construcción del Reino de Dios.12
- El Signum Fidei es una persona que se siente identificada con la espiritualidad y el carisma Lasaliano y se siente llamado por Dios a vivir en plenitud su consagración bautismal. Se esfuerza por ser un signo visible de su presencia en el ambiente familiar, profesional, educativo, sociopolítico y eclesial, participando así en la Misión de la Iglesia.13
- El Signum Fidei se inspira en el itinerario evangélico de San Juan Bautista de La Salle, integrando aquellos elementos que dan unidad a su vida: el seguimiento de Jesús, la pertenencia a una comunidad y el compromiso en la misión: Fe, Comunidad y Servicio.
- El ejemplo del testimonio personal y comunitario y la atención a los más necesitados son la primera invitación para que nuevos miembros se sientan atraídos a la Comunidad. Todo Signum Fidei asume la responsabilidad de invitar a otros a adherirse a la Fraternidad como una forma de vivir su vocación.
- Los Signum Fidei manifiestan un celo especial por la pastoral vocacional teniendo en cuenta la diversidad y complementariedad de las vocaciones.
- Promueven una cultura de la vida entendida como vocación;14
- Oran al “Dueño de la mies” 15 para que suscite nuevas vocaciones religiosas y seglares para la Iglesia y para la Familia Lasaliana;
- Abren sus comunidades;
- Y ofrecen a quienes desean unírseles formación y compromisos adaptados a su situación personal.