image_pdfimage_print

Testimonios:

image_pdfimage_print

Para mí Lola, no ha sido una amiga, ha sido una hermana, y así nos hemos llamado muchos años. La conocí en el Colegio cuando sus hijos eran pequeños y desde entonces hubo entre nosotros unos lazos que se fueron estrechando de tal manera, que nuestro camino lasaliano lo recorrimos en una unión muy especial y fuimos al unísono en ese proceso de formación que los Hermanos nos iban ofreciendo.

Hemos hecho muchas cosas juntas en esta andadura hacia la espiritualidad de la Salle hasta llegar por la gracia de Dios y con el permiso de los Hermanos a ser Signos de Fe. Era una persona con tantos valores que siempre me quedaría corta si tuviera que nombrarlos todos.

Con su privilegiada memoria esto la hacía más extraordinaria para muchas cosas. Siempre me he sentido muy arropada por ella. Su actitud de servicio era muy hermosa, pues se ha dado siempre con mucha generosidad.

Ha sido un gran testimonio y ejemplo de lealtad y fidelidad lasaliana para todos nosotros. Alegre, buena, inteligente y pendiente de ayudar a los demás. Conmigo no tengo palabras para describir como actuaba siempre.

Como madre era un modelo a seguir ¿Cómo ha educado y formado a esos tres hijos en todo momento? Y por si era poco Dios le ha permitido colaborar con los nietos en su crianza.

No sigo porque no terminaría nunca al hablar de ella. ¡Te quiero tanto Lola!

Remedios López de Ayala S,F.

¡¡¡GRACIAS Lola!!! . Gracias por tus consejos, por tratarme como si fueras tu hija. Por mimarme demasiado esos veranos que pasamos juntas en el Portil. Por esas charlas intentando meterme en la cabeza que yo lo valgo (aumentaste mi autoestima). Por tus buenos consejos y por estar ahí, aunque a veces pasábamos meses sin intercambiar WhatsApp y sobre todo por verme crecer.

Lourdes Gutiérrez Pizarraya

Fallecimiento de nuestra hermana Dña. Lola Morales S.F

image_pdfimage_print

María Dolores  Morales descansa  en la Casa del Padre
Hace pocas semanas, el 11 de marzo de 2022 a los 71  
años de edad, nos dejaba, después de una breve  
enfermedad, un tanto misteriosa, Lola Morales. Ya  
está gozando de la presencia de nuestro Padre Dios.  
Felicidad bien merecida y para siempre. 
Los treinta últimos de su vida han estado marcados  
por la espiritualidad lasaliana y el carisma educativo.  
Todo comenzó cuando sus tres hijos fueron pasando  
por el colegio Felipe Benito de Sevilla. 
Pronto empezó el trabajo laboral de Lola, siendo  
contratada por la oficina de FERE-CONFER de Sevilla.  
Destacó por su entrega total y responsable en el trabajo, cosa que le hacía feliz. 
Poco a poco se fue implicando en el colegio: grupos de catequesis, jornadas formativas, grupos  cristianos de adultos, Comunidad cristiana de adultos para terminar perteneciendo a la  Fraternidad Signum Fidei. Todo este proceso, no exento de compromisos concretos, fue  conformando su estructura de persona, cristiana y lasaliana. Hablaba con soltura de vida espiritual,  experiencia en temas lasalianos, teológicos y bíblicos, etc. En una palabra, podríamos afirmar que  tenía una formación exquisita.
e-boletín de los Asociados para la Misión Lasaliana del Distrito ARLEP
Lola fue una de las tres primeras personas que hicieron su Consagración como Signum Fidei en  Andalucía. Fue una persona comprometida con La Salle, persona sencilla, profundamente espiritual  y coherente.  
Lola Morales, qué felices debemos sentirnos siendo conscientes de que cada amanecer es una  nueva oportunidad para poder disfrutar con la mirada puesta en el futuro. Sentir con fuerza la  VIDA y ponernos en manos de Dios, siendo conscientes del maravilloso Don que de Él hemos  recibido Lola era una mujer buena y sencilla, con sus ideas muy claras. Una buena madre y aún  mejor abuela. Era cariñosamente observadora, siempre, desde el silencio, sabía quién podría tener  una preocupación; estaba atenta, si podía ayudar, dentro de sus limitaciones. 
Mujer de fe que llevaba el carisma lasaliano bien grabado en su corazón, fruto de las enseñanzas y  vivencias que le habían transmitido los Hermanos a su paso por el colegio junto a sus hijos. Como  Asociada al Instituto por la Fraternidad Signum Fidei nos unía la misma fe, una misma Comunidad  y una misma Misión.  
Ya goza de la presencia de Dios, Padre Bueno. La noticia de su muerte nos sorprendió por  
inesperada; pero de ella también aprendimos a saber aceptar la voluntad de Dios, el “Adoro en  todo…” 
En los últimos momentos de su vida se puso en las manos de Dios. A los que la queríamos nos  llenó de dolor y de tristeza y nos deja un gran vacío, pero por la fe sabemos que es afortunada y ya  está resucitada, sigue VIVA en nuestros corazones y en nuestros recuerdos. 
Lola, al final de sus días, en su interior repetía: “He escuchado tu voz, oh mi Señor y me pides que  te siga hasta el final…” Hoy está con el Señor.  
Hno. Eutimio, Loli Muñoz y Mª Dolores Pizarraya
Descarga