SIGNUM FIDEl: ASOCIADOS PARA EL SERVICIO EDUCATIVO DE LOS POBRES.

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 No debe sorprendernos que el 43º Capitulo General haya dedicado tanto interés al tema de la ‘Asociación». Todos ustedes conocen la importancia que para el mundo lasaliano tiene esta palabra y ‘como la perfiló la joven comunidad fundada por San Juan Bautista de la Salle. Actualmente la palabra «asociación» se ha enriquecido en nuestro contexto a la luz de la amplia participación de los seglares que en todo el mundo desean estar agrupados más cerca con la misión educativa lasaliana. Este fenómeno constituye un claro «signo de los tiempos» en nuestro mundo. Al reflexionar en tomo al tema de la «Asociación», el Capitulo dio un paso adelante en la rápida evolución de nuestra realidad, caracterizada por las expresiones ‘Familia Lasaliana»(41º Capitulo General), «Misión Compartida» (42º Capitulo General), y ahora «Asociación».

Conscientes de que «la formación ofrecida ha despertado el deseo de quienes no quieren ser simples colaboradores sino que quieren participar en la herencia espiritual del Instituto y tener un lugar en la misión lasaliana como Voluntarios o Asociados» (Circ. 447 p. 2), el Capítulo pensó que era conveniente establecer algunos lineamientos para el futuro.

Primeramente afirma que el Instituto «se deja interpelar por los dinamismos que se manifiestan tanto en los Colaboradores como en los Asociados». En otras palabras, los Capitulares reconocieron que el interés de los seglares por profundizar el compromiso en la misión educativa, a través de una comprensión más profunda de la espiritualidad y la herencia lasaliana, es en sí mismo, una invaluable fuente de vida.

Como paso siguiente los Capitulares hacen un llamado a los Hermanos «a alentar y apoyar la colaboración entre colaboradores y Hermanos…» ¿Con qué fin?   «a fin de que cada uno pueda profundizar su propia comprensión de la asociación…, el carisma lasaliano, y la teología actual de la Iglesia» (p.3).

En vista a que cada individuo o grupo ha recorrido un camino propio en su forma de ser lasaliano y de encontrarse en diferente nivel de compromiso en la misión lasaliana, el Capitulo se esforzó por clarificar las diferentes formas de asociación recurriendo al modelo sociológico que utiliza la expresión «comunidad intencional». ¿Cuándo un grupo lasaliano es una comunidad intencional? Cuando satisface las tres condiciones siguientes:

  1. algunos aspectos de la práctica lasaliana son claramente identificables;
  2. se da un compromiso real con los jóvenes y con los pobres;
  3. el Visitador y su Consejo han autentificado al grupo, a través de un documento oficial y por un lapso determinado de tiempo (p. 5).

Entre los grupos intencionales que cuentan con autonomía propia y están asociados con el Instituto, están las Congregaciones de las Hermanas Guadalupanas de La Salle, Las Hermanas Lasalianas de Vietnam y los Catequistas de Jesús Crucificado y de María Inmaculada. Además existen grupos «estructuralmente vinculados con el Instituto» como Signum Fidei y el llamada Tercera Orden Lasaliana. La referencia específica a Signum Fidei, ha sido una afirmación estimulante para nuestra forma de asociación al interior de la Familia Lasaliana.

Esta reflexión constituye el telón de fondo de las recomendaciones y de las propuestas aprobadas por los Capitulares. La primera propuesta invita a cada sector del Instituto «que promuevan grupos de Colaboradores y/o Asociados y de Hermanos o, de Colaboradores y/o Asociados entre sí, que reflexionen sobre su identidad para la Misión lasaliana y desarrollen formas de asociación» (p. 7)

En esencia esta propuesta: *

  1. Prevé y desea promover el desarrollo de nuevos grupos de Colaboradores y Asociados; y
  2. subraya la importancia de que cada grupo logre su identidad en el contexto de la misión lasaliana.

Aquellos entre ustedes, que viven en países en los cuales los cristianos no son mayoría, se alegrarán de que la segunda propuesta hable de la formación de «grupos que comparten el carisma lasaliano con educadores y jóvenes de otras creencias» (p. 7).

Para el futuro, pues, podemos gozosamente anticipar el surgimiento de nuevos grupos que, teniendo la identidad lasaliana fundamental, viven su propia identidad en diferentes formas. Algunos de esos grupos pueden ser no católicos, pero la identidad fundamental lasaliana deberá ser expresada en el contexto de la misión educativa lasaliana.

La asociación lasaliana existe en función de la misión. No nos asociamos por sentirnos bien juntos, ni siquiera por considerar a San Juan Bautista de La Salle nuestro padre espiritual. Asociación y misión son temas paralelos del Fundador, como lo son la fe y el celo. No habla del celo como añadido de la fe o de la fe como añadida al celo. Son las dos caras de la misma moneda.

Como Signos de Fe hemos escogido pertenecer a una Comunidad lasaliana internacional. Nos comprometimos con esta asociación porque deseamos, de todo corazón, participar en la misión educativa lasaliana en favor de los jóvenes y de los pobres. Para terminar, permítanme hacer nuevamente referencia a las condiciones que definen una comunidad lasaliana intencional y plantearles algunas preguntas a las que pueden responder en forma individual o en grupo:

  • ¿Cuáles son los aspectos de la práctica lasaliana claramente visibles en mi / nuestra vida? ¿De qué manera puedo / podemos vivirlos en forma más auténtica?
  • ¿Siento / sentimos la necesidad de expresar mi / nuestro compromiso hacia los jóvenes y hacia los pobres de forma más radical? ¿De qué manera yo / nosotros podremos lograrlo?

Hermanos, Hermanas, esta temporada de Adviento nos ofrece la oportunidad de comenzar de nuevo. Es tiempo favorable para agradecer a Dios todas las gracias que nos ha dado. También lo es para preguntamos de qué manera puedo / podemos confiar más en el amor de Dios. Espero que las anteriores preguntan nos ayuden.

Víctor Franco F.S.C.

Fraternidad Signum Fidei