Mensaje del Instituto de los HH.EE.CC. a los miembros de «Signum Fidei»

Mensaje del Instituto de los HH.EE.CC. a los miembros de «Signum Fidei»

 El mensaje que les dirijo en nombre del Instituto de los Hermanos tiene un nombre y un eje central: Asociación para al servicio educativo de los pobres.

Como saben, éste fue también el eje central de nuestro último Capitulo General celebrado en el 2000. En este Capítulo alcanzaba su cumbre el camino Iniciado hace casi 40 años, y en el cual aparecen ustedes. Las etapas de este camino están señaladas por diversos nombres: Familia lasaliana, Misión compartida ti finalmente, «Asociados para el servicio educativo de los pobres». No son nombres superpuestos, ni reemplaza el uno al otro, sino que corresponden al descubrimiento cada vez más profundo de la naturaleza de esta familia, reunida en torno a la misión: su núcleo generador es la comunión para la misión, o más explícitamente, la asociación para el servicio educativo de los pobres.

La «noche de bodas» en que esta familia se formaliza tiene una fecha concreta: el 6 de junio de 1694, cuando el Fundador y 12 Hermanos pronuncian su voto de Asociación. El Capitulo General dice que este acontecimiento «es la fuente de las asociaciones lasalianas entre seglares y religiosos que quieren juntarse para trabajar en la misión lasaliana. Este es el origen de las nuevas respuestas asociativas para la misión” (Circular 447, pg. 4).

Es muy importante que nos demos cuenta del contexto eclesial en el que se sitúa nuestra propia reflexión lasaliana de los últimos 40 años: la nuestra es una reflexión que transcurre en paralelo, con la misma dirección, respecto al redescubrimiento que la Iglesia hace de su propia identidad, de forma que llega a definirse como «Comunión para la Misión».

La identidad lasaliana traduce esta «comunión para la misión» desde nuestro carisma especifico, como «asociación para el servicio educativo en favor de los pobres

La «asociación», en el sentido en que el 430 Capitulo General emplea este término, no es ningún grupo. Es un dinamismo, un proceso de comunión para la misión, que da lugar a grupos concretos, o comunidades, y, finalmente, instituciones. Uno de estos grupos, el primero históricamente, es el Instituto de los Hermanos.

Los Hermanos estamos empeñados en recuperar hoy la «asociación» como eje central de nuestra identidad de Hermanos, de nuestra propia vida consagrada, como lo fue desde 1694. Gracias a ella somos una fraternidad para la misión educativa. Incluso estamos revisando nuestra Regla para que exprese adecuadamente, con más fuerza, ese eje central, y lo que hoy constituye nuestro «cuarto voto», llegue a ser el primero y más referencial de nuestra consagración.

La Fraternidad Signum Fidei tiene hoy este mismo reto: descubrir la Asociación, en el sentido más original lasaliano, como el eje central de su Identidad laical-cristiana-lasaliana. La consagración bautismal se proyecta en la comunión para la misión, que es el eje del evangelio y de la identidad eclesial. La consagración específica del Signum Fidei se proyecta o traduce en la asociación para el servicio educativo de los pobres, siguiendo su «Estilo de vida» y desde su especificidad laical.

El Capitulo General propone a cuantos comparten la Misión lasaliana («partenaires» en francés, «partners» en inglés, «colaboradores» en español> un camino de asociación. Los que se adentran en este camino pueden, si lo desean, llegar a ser «asociados». Y da cinco pistas o «líneas de fuerza» para hacer ese camino:
– «una vocación a vivir de acuerdo al carisma de San Juan Bautista de La Salle y a sus valores;
– una vida de fe que descubre a Dios en la realidad, a la luz de la Escritura, y para las personas de otras religiones según sus propios textos sagrados;
– una experiencia comunitaria, vivida de diferentes formas y acorde a la identidad de cada uno;
– una misión que asocia en el servicio de los pobres y que implica una cierta duración;
– una apertura universal que nos abre a dimensiones que superan lo personal y su realidad local” (Circular 447, PP. 4-5>.

El Estilo de Vida del Signum Fidei es una forma de realizar el proceso que indican esas líneas de fuerza.

Entre los lasalianos que hoy avanzan en el camino de la Asociación hay una gran variedad de grupos y de compromisos. Los hay también de diversas religiones, lo cual es un signo de que el Espíritu Santo comunica sus carismas más allá de las estructuras oficiales de la Iglesia. La Fraternidad Signum Fidei es un grupo explícitamente cristiano, que tiene la consagración bautismal como centro de referencia. Entre los lasalianos cristianos hay personas y grupos que llegan incluso a un alto nivel de comunión y de compromiso en la misión, y que, por los motivos que sean, no desean integrarse en la Fraternidad Signum Fidei. Tienen derecho a hacerlo así, y el Instituto de los Hermanos no puede imponer a los seglares ninguna estructura o tipo de organización.

Sin necesidad de compararse con otros, la Fraternidad Signum Fidei se reconoce como un camino válido para vivir la asociación lasaliana, y ha de esforzarse en constituir fraternidades que puedan ser para sus miembros experiencias vivas de comunión para la misión, y signos que inviten a otros a unirse en la misma experiencia.